Ir al contenido principal

CUENTO DE NAVIDAD / EL “GORDO” LLEGA A BIESCAS

Foto nocturna de la Plaza de Biescas, robada a  Jesús Romo. Perdona, amigo

No me ha tocado la lotería y me siento muy feliz. No tengo el menor reparo en decir que estoy rodeado de las más maravillosas estrellas. El gran premio esparce sus deseos sobre mí, hechos realidad, cada mañana cuando despierto. “Eres un afortunado, Gabino”, me digo a mi mismo en silencio y a veces con la voz muy alta. Mi Jimena del alma me mira con dulzura casi siempre, a la vez que perdona mis infidelidades a sabiendas que casi permanentemente de noche y a veces entre nubes o cara al sol aunque descamisado, vagabundeo nadando por las aguas del firmamento y sonriendo mientras danzo rítmicamente a través de las constelaciones. Ella es mi gran estrella, excepto cuando gruñe. Que ya se sabe, que a lo largo de la vida, si no hay algunos toques suaves de sal y pimienta, todo resulta muy plano y monótono.
Es 22 de diciembre y estamos en Biescas para disfrutar de las Navidades. Uno de los vecinos pone la radio a tope, y parece que mis habitaciones se han convertido en altavoces inalámbricos muy potentes que no paran desde el punto de la mañana con el sonsonete de números y euros, en las voces de los Niños de San Ildefonso. De repente se nota un vacío de sonido y de tensión, hasta que estalla la gran sorpresa: “Ha salido el “Gordo” (aplausos a miles) y ha tocado íntegramente en Biescas (Huesca), al número 85367”. A continuación, por todo el pueblo suena una gran traca de petardazos que despiertan a la totalidad de la población que ha soñado esa noche con ese acabado en siete.
Jimena: Seguro que hoy será día de fiesta y que por la noche disfrutaremos de una gran verbena en el Polideportivo. Prepárate, Gabino, que ese va a ser nuestro consuelo. La de invitaciones que vamos a recibir cuando se enteren que en esta ocasión no jugábamos a la Lotería.
Gabino: ¿Acaso te ha disgustado?
Jimena: Nada de eso, que hace tiempo que venimos diciendo que se acabó lo de los sorteos, que no queríamos ni de la ONCE, ni Primitiva, ni Euromillón, ni… Luego nos enteraremos de los nombres de los agraciados por la fortuna y les diremos que disfruten intensamente, los muy capullos.
Gabino: Mi vida, ¿sientes envidia?
Jimena: De eso nada. Me alegro de su felicidad. Que ya tenemos bastante entre tu y yo, ¿verdad mi amor?
Gabino: Pues si supieses que ayer estuve con Katiuska, Jorge  y varios amigos  más tomando unas cañas…. Cuando fuimos a la taberna de Claudina, ésta me ofreció un billete de ese número, que por si fuera poco llevaban todos los del grupo. A mi amiga la germana le di pena, y con toda su guasa dijo a voz en grito: “Como sabemos que mañana nos va a tocar el gordo a todo el pueblo menos a Gabino, supongo que no os importará que hoy éste sea el invitado favorito y le obsequie con mis mejores salchichas alemanas”. Y eso es lo que empecé ganando.
Jimena: Tu eres tonto, chaval, y encima te sentirás orgulloso. Ahora todo el mundo irá por ahí diciendo que tengo un limón ácido  por marido. A eso estoy resignada, pero es que además  seremos la mofa del pueblo. Y que conste que si he dicho que no quiero que me toque la lotería, peor es que nos tomen por cabezones obtusos con encefalograma plano.
Gabino: Pues te aseguro que has logrado me rebote contigo. ¿Sabes qué te digo?, que para el sorteo del Niño voy a comprar todos los números que entren en el pueblo.
Jimena:  Anda, anda, no me seas adolescente y no me hagas reír, que me das más pena, que otra cosa.

Gabino está que se sube por las paredes y ya no encuentra réplica adecuada. En esas estamos, en plena pelea verbal y gestual, cuando suena el timbre de casa pulsado a la desesperada. Tras un sorprendente y breve silencio, chocan los dos cuerpos y Jimena dice gritando  con voz de soprano desvariada: “ayayayayay, este capullo me ha dado un cabezazo en la ceja derecha y estoy que no puedo más. Quien quiera que sea, señor o señora, no se preocupe que abro de inmediato y le atiendo en un segundo”. Al otro lado de la puerta, la carcajada es sonora: “¿Ya te ha hecho tu maridín alguna otra de las suyas?” Mientras el medio limón de su complemento abre, aparece una felicísima tía Cuqui: “Alegraos, que ha llegado la tita y os trae buenas noticias. ¿Sabéis que ha tocado el “gordo” de la lotería de Navidad en Biescas? ¿Cuánto habéis ganado?”.  De momento nos quedamos mudos sin saber qué decir. Los emparejados ya más calmados, se miran entre sí y casi al instante se lo toman a risa. “Nadaaaaaaaa”, es la respuesta a dúo. “Jimenita, no te preocupes, que tu capullito es más listo de lo que parece. Además, cuando he pasado por la taberna de nuestra amiga, ha salido a mi encuentro y me ha dado esta fiambrera llena de esas salchichas que a tu marido tanto le gustan. Nada que a la pobreta le dijiste hace unos días que a ti no te iba a tocar la lotería porque nunca jugabais a ella. Claudia es una inocentona por creerte, tiene muy buen corazón, y se lo ha tragado todo”. “¡Madre mía, madre mía –dice un Gabino asustadizo- la que he armado sin querer!. Tía, ya podemos devolver de inmediato tan sabroso regalo, y aunque no tengo conciencia de haber engañado a nadie, mi ingesta de calorías ha aumentado considerablemente ”. “Y además volverá a engordar y a roncar por las noches, que es peor”, suelta la guasona de Jimena.
Así que se desatan a coro de maneras tabernarias unas risas tan sonoras que se oyen desde la calle, mientras que desde la misma unos transeúntes chillan tanto que muy pronto todo el pueblo se entera que “en esa casa ya lo están celebrando unos nuevos ricos”. Gabino se pone colorado como un tomate canario, se tapa la cara  y exagera sus gestos tirándose de los  pocos pelos que le quedan. Justo en ese instante, suena otra insistente llamada en el timbre de casa. Silencio total. “Gabino, soy tu primo Fernando, el trompetista, el que espanta a las vacas…Que me ha dicho tía Cuqui hace un rato, que viniese a veros lo antes posible, que nos esperaba una buena sorpresa a compartir entre nosotros.”
“Adelante, la casa está abierta” se oye desde fuera. Una vez dentro, Fernando reparte besos a todos y se excusa de no haber traído ningún presente, “porque la tita me ha pedido que viniera urgentemente y no me ha dado tiempo de pasar por la despensa casera”.
Tras unos minutos de alborozo y alegría por el encuentro, Cuqui pide imperiosamente silencio y abre su bolso de mano al mismo tiempo que alegremente dice eso de “tachán, tachán, ¿qué va a salir de aquí? La tía va a hacer magia”, señala tras sacar tres billetes de lotería. Mientras yo he optado por no hablar a fin de no meter más la pata, mi Jimena suelta: “¿Será para el Niño? No te apures tía, te lo agradecemos igual, pero ya sabes que nosotros no jugamos nunca a sorteo alguno, y Fernando que haga lo que considere oportuno”. Y la tita, erre que erre les manda callar con toda la energía que es capaz., y dice: “Un billete es para esta pareja de locos surrealistas, otro para el “trompetista”, y el tercero para mi. Los entrega, y ¿cuál se el número? el 85367. Ahora ya son todo parabienes, excepto por parte de un Gabino acomplejado que piensa: “enseguida se van a enterar todos los vecinos y me llamarán mentiroso, además de que no vaya de fanfarrón por la vida”.  Se lo arranca de la mano Jimena, quien no duda en decir que “cierra la boca por una temporada, que así estarás más majo, ¡so capullo!.

Aviso: Ruego que no busque nadie ni se martirice por dicho número, porque soy todo un afortunado en amores, y ya se sabe lo que dice el refrán: “Afortunado en el juego, desafortunado en amores. Bueno, hagan lo que a ustedes les parezca.

MANUEL ESPAÑOL


Comentarios

Entradas populares de este blog

HORA BRUJA / EL CASO DE LA MUSA SIN ROPA SOBRE UN CABALLO ALADO

Es de noche, el cielo está limpio y estrellado. Ni una sola nube enturbia la atmósfera. La observación del cosmos parece que es nítida. Hoy no está conmigo Jimena, aunque me ha dicho que llegaría pronto a casa. Abro la ventana de mi habitación y me dejo iluminar por la luz selenita. Apago la lámpara de mi mesilla y proyecto hacia fuera la mejor de mis sonrisas. Al fondo, a lo lejos, a una distancia que no sé calcular pero que me parece inacabable, no se ven mas que astros que ponen en marcha ese motor extraño llamado imaginación y que tanto activa la mente que ha de conducirnos hacia un mundo extraño. ¿Qué puede haber más allá? Quiero saber y pienso en la existencia de seres que aparentan ser humanos, o animales, e incluso medio animales, que parecen salidos de una odisea multicolor con predominio azul y aparentemente caótica, pero que aviva las dimensiones más extrañas. No sé donde va a dirigirme la mente,  acompañada, eso sí,  de toda una  vista cargada de surrea

EL CANDIL / CAÍDAS VIRTUALES QUE HACEN DAÑO

Hoy es un día triste. Me ha dado por pensar y ello siempre supone un fuerte peligro, aunque no sé para quien. Afortunadamente no tengo acceso al botón nuclear, ni capacidad para inventarlo. Y eso les salva a ustedes, insensatos lectores Que sí, piensen que en la vida hay que tener por lo menos un gramo de locura al alcance de nuestra mente, para que afloren algunas sonrisas que siempre nos vienen y a veces diluyen las malas vibraciones cargadas de sombras oscuras y rocosas. Parece que el camino de rosas ha desaparecido, o está muy ensuciado, si es que alguna vez existió. La sociedad está crispada, también si tocamos los temas que rodean la política, que en época electoral entre unos candidatos y otros se lanzan los trastos a la cabeza, a veces con aviesas intenciones. Y es que si en esta tesitura nos encontramos, resulta más que probable que tropecemos con grandes pedruscos, que también son virtuales, pero que te lanzan rodando por el monte virtual cuesta abaj

HORA BRUJA / LUNA LLENA EN PRIMAVERA

La luna llena en primavera siempre resulta sorprendente, vista desde donde sea. Crecen las ilusiones, se ven montañas y ríos que atrapan hasta fuera de tus órbitas, mientras la mente se dispara dando vueltas y más vueltas. Ríes, lloras de emoción por lo desconocido que te parece un mundo extraño. Es el poder de la noche que ilumina, aunque no te des cuenta, por fuera y por dentro, y hasta por donde no se ve. Aprovecho esa situación desconocida y comienzo a subir por unos relieves extraños que agitan el ritmo de tus sentimientos. Poco a poco me introduzco en una zona de lagos con ninfas juguetonas y bosques salpicados por seres traviesos que te remojan,  e incluso corceles alados  que saludan desde lo alto de la atmósfera a este alocado terrícola y eterno despistado llamado Gabino.  Y mi cuerpo sonríe, asciende despacio, sin prisas, tan solo superado por la mente quieta y callada, mientras participo de una danza que invita a bailar con la imaginación. Es el momento de recordar a B