Decididamente no es mi d í a de gracia, pero de desgracia tampoco. Acarician los primeros rayos del sol, despierto sin salir del todo de mi somnolencia y el maldito reloj me anuncia que en Espa ñ a empieza a amanecer. ¡ Vaya susto para el destarifado que suscribe! Ni que hubiese regresado a los a ñ os de maricasta ñ a, de charanga y de pandereta. Si, de cuando en este pa í s se acababan las manifestaciones rojeras y los d í as de "San Jos é Obrero" (1 de mayo) a base de programar partidos entre el Real Madrid y el Barcelona y corridas de toros ofrecidas en directo en blanco y negro por TVE. Vamos, que entonces nadie sal í a de casa o llenaba los bares con televisi ó n, bien apestaditos de los malos humos del tabaco, y por el precio de una ca ñ a te ve í as partido y festival taurino; pero las calles bien vac í as de manifestantes que estaban... Eran tiempos tambi é n de cuando se viajaba en trenes tirados por carboneras y cargados de humanidad y d...
Se puede soñar a través de un viaje abierto por los espacios infinitos de la libertad, la cultura y el diálogo