Acabo de llegar de la dulce Francia, sí
ese país querido por donde tengo parte de mis ancestros, donde se respira la
fragancia de las rosas y las violetas, donde las palabras “Libertad, igualdad y
fraternidad” expresan un contenido, una forma de ser social y humana. Bueno,
parece que hoy me ha salido la vena gala, si bien toda mi sangre es española, y
como seguramente usted paciente lector, el corazón lo tengo a la izquierda,
como Esperanza Aguirre, José María Aznar, Pablo Iglesias, Alberto Garzón…
Ellos, al igual que los nativos de Australia, Iraq, Suecia, Tailandia, Gabón,
Gran Bretaña, Siria o Senegal, son seres humanos limitados por las fronteras
insolidarias que nos conducen hacia los mismos problemas, aunque haya muchas vendas que tapen los ojos
mutuamente.
Dejo las divagaciones aparte, que al
final, si no lo remedio, voy a terminar
hablando de las pulgas marinas de Laredo. Precisaré que han sido siete los
intensos días en que he visitado auténticas maravillas, todas las que contienen
la Provenza francesa, y allí he vivido, he soñado y hasta levitado. Avignon,
Arles, Le Baux, Nimes, Aix en Provence, Les Gordes, han sido mis escenarios de
ensueño a pesar de los ataques sufridos por parte del Mistral famoso, que dicen
es peor que el Cierzo o la Tramontana. Y mientras tanto, a últimas horas de la
noche a través del Canal 24 Horas de TVE, intentando averiguar mínimamente
sobre la evolución de la campaña electoral casi empezada y protagonizada por
los grillos que ocupaban a jaula abierta tras la disolución de las Cortes. La
verdad es que tales bichos gritan desagradablemente para hacerse con puestos en
cada uno de los escaños. Por lo que se ha comprobado y si no hay alguien que lo
remedie, van a formar un coro malsonante capaz de espantar a los ujieres. No se
respetan, algunos no saben guardar las formas ni el protocolo. Oiga, y de
nivel, escasitos. Eso es lo que nos aguarda si tomamos como patrón la
legislatura más breve de la joven democracia española. Todos quieren y desean
gobernar y para ello no descartan ni el desprecio al adversario político.
¿Dónde están los grados de cordura necesarios?
Podemos mueve ficha, y al ex general
nacido en Orense (Galicia), José Julio
Rodríguez, que no supo conquistar el escaño al Congreso por Zaragoza, le
colocan como número uno por la circunscripción de Almería (Andalucía).
Izquierda Unida da por perdida su personalidad propia y recurre a la oferta de un Podemos que no supo pactar con
el PSOE.
Precisamente los socialistas, que
hicieron caso omiso a la Gran Coalición (PP, Ciudadanos y PSOE para dejar
descolgado a Rajoy de sus opciones presidencialistas, había perdido mucha
credibilidad, de tal manera que unos votantes pueden escorarse a la derecha de
Ciudadanos y otros a la izquierda de Podemos-IU. Afortunadamente para su
partido, Pedro Sánchez, que había perdido la confianza de Carme Chacón, da un
golpe de timón y recupera para su partido a Margarita Robles como número dos
por Madrid y a Josep Borrell como previsible ministro de Asuntos Exteriores en
caso de una hipotética victoria de miope con gafas correctoras. Indudablemente
son dos estrellas que pueden dar mucho juego y arrastrar ofreciendo una imagen
de seriedad y de nivel. En el corto espacio de tiempo que queda, tan sólo le
queda a Sánchez la posibilidad de anunciar más “bombazos” de este tipo en las
diferentes Comunidades.
Mientras, las encuestas parecen ponerse
de acuerdo en que el PP volverá a ser el partido mayormente votado. Pero que no
me digan que en las mismas circunstancias que en las anteriores van a ganar las
elecciones. Que en política dos más dos pueden tener diferentes resultados. En
matemáticas, a más diputados más escaños, y al final, sea como sea, solo vale
sumar.
¿Volverán a ser el Congreso y Senado cajas
de grillos desatados? Estos días, en Francia he conversado con ciudadanos de
varios países, que me han dicho eso de “todo es posible en España”. También me
han apuntado colegas franceses que hay situaciones que podrían solventarse con
una segunda vuelta, al estilo de las Presidenciales francesas. ¿Ustedes qué
opinan?
MANUEL ESPAÑOL
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