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Mostrando entradas de junio, 2017

EL CANDIL / TENGO UNA PENA PENITA PENA…

“Tengo una pena penita pena que me arde por las venas”. Que así reza la canción de Quintero/León/Quiroga, que hiciera famosa a través de su voz la “Faraona” Lola Flores. No es que me haya entrado ahora la vena folclórica, que no sería malo; sucede que mi pena mezclada con ciertos aires de cabreo está marcada por la suerte de gran desprecio sufrido por el monarca emérito Juan Carlos I. ¿Qué está muy enfadado? Eso sería poco. “Pues tiene toda la razón. Majestad, que le profeso un gran cariño y estoy de su parte. Este país tiene mucho que agradecerle. Se lo dice un humilde plumilla.” También deseo precisar que hoy no pretendo introducirme en interioridades políticas ni gubernativas. Tan sólo las justas, y con justicia. .   El caso es que la indignación que siento resulta tan enorme…   Y con este ánimo cargado de intenciones, lo que sí quisiera poner son los puntos sobre las íes, que de no ser así, reviento.   La Cámara Baja fue el escenario de ¿un justo? y merecido h

HORA BRUJA / MI AVENTURA CON UNA MEIGA

Estoy por los montes gallegos y mi entusiasmo alcanza límites extremos, a veces hasta contrapuestos. Abajo el mar, al frente, ese verde que te quiero verde, que me invita a alzar los brazos mientras huelo a tierra mojada, a castaños, eucaliptus y robles. Unas gotas de agua me caen por la cara y mojan la cabeza, alegro mi rostro y termino riendo. Si estuviese en Aragón, seguro que al verme dirían eso de la cabra que nunca está quieta. ¡Pobre loco! Pero estoy en esta Galicia mágica y melosa, de meigas tentadoras, y   mis deseos se muestran entusiastas para lanzar voluntades imposibles que se cruzan con sonrisas. Recuerdo a Camilo José Cela, viajero y literato incansable, perfecto, y a veces libre como el viento, recuerdo a Emilia Pardo Bazán, al siempre inspirado Ramón María del Valle Inclán, Rosalía de Castro, Gonzalo Torrente Ballester, y mi alma se llena de entusiasmo, mis ojos brillan más de lo que deben. Hasta mis oídos llegan los aires de una muñeira, y después otra y otra.

HORA BRUJA / MAGIA EN TORNO AL TEMPLO DE DEBOD

El atardecer me permite entrar en un mundo de belleza que aviva mi imaginaci ó n, a veces deteriorada, y siempre necesaria. Atr á s ha quedado un d í a intenso aunque marcado por los tributos a la realidad que nos rodea. "Hay que ser disciplinado", que me dir í a ese Pepito Grillo que a todas partes me sigue, como las moscas a un panal de rica miel. Quiero   relajarme y huir de mi mismo. En estos momentos me encuentro en el entorno del templo de Debod, ubicado en este Madrid que enamora y que con tanto poder í o me tiene atrapado. El sol desciende en intensidad luminaria con el transcurrir de las horas, y tan solo faltan unos minutos para dar paso a esa luna no muy llena que tanto gusta a los enamorados. Parejas de j ó venes se besan con aires tiernos y pasionales. Dos personas muy mayores, ambos apoyados en sus bastones, se enlazan por el talle, se miran a los ojos y sonr í en con ternura; es como si los a ñ os no hubieran pasado para ellos. Que todas las edades son bue