Foto: M. E. A veces mi cerebro funciona y bien es cierto que en la mayoría de las ocasiones me organizo en el mismo unos líos impresionantes. En estos momentos siento que me encuentro un tanto majara, y eso que tras la jornada electoral que debería de dar a luz al próximo Gobierno me he tomado dos días de relax en Biescas para ver si me oxigenaba en soledad las ideas al amparo de las montañas, en contacto con la plena naturaleza. Pues no sé, que este parto tan monumental parece que va para largo, y las iniciales ecografías anuncian cuatrillizos: Mariano, Pedro, Albert y Pablo. Mira que si lo que se avecina es otro aborto… No puede ser otra cosa, si ya se han venido peleando meses ha en el interior vientre de su madre llamada Democracia. ¿Y donde está el padre? Me dice el dichoso Pepito Grillo que no me meta en averiguaciones y que si las consigo, que me calle, que el lío a organizar es monumental, que se me pueden poner los atributos masculinos como corbata. Así que me callo, solo...
Se puede soñar a través de un viaje abierto por los espacios infinitos de la libertad, la cultura y el diálogo