Me hallo en una casa rural de la espectacular
Sierra de Guara (Huesca). La noche es muy calurosa. Por la temperatura y el
entorno parece que me adentro imaginativamente en “La noche de la Iguana”, pero
echo en falta a una Ava Gardner, que está espléndida en la película del mismo
nombre. ¿Y aquí he venido a concentrarme? Los editores de un periódico que ha
cometido la osadía de contratar mis servicios (baratitos, eso sí), no han
tenido idea más brillante que encargarme les hiciera un análisis de la situación
política y la campaña electoral en España, que encerrado en ese entorno
maravilloso me vendría la inspiración. “¡Ah, olvídate de Ava…” me han dicho
antes de la partida. Me da igual, porque seguro que a la noche acudirán mis
brujitas en auxilio desesperado, montadas en sus escobas a fin de darme sus
soplos de buenas ideas a mi, que no sé los motivos, pero la verdad es que en
estos momentos me hallo cargado de malicia. Para más guasa, como a doña Basi le
he dicho que pensaba trabajar toda la noche, a las 20 horas me ha preparado una
cena a base de huevos fritos con chorizo y patatas, y unas croquetas caseras
especialidad de la dama; como postre, una tarta de queso exquisita. “Cómase
todo, don Gabino, que la noche es larga, y además me da la impresión de que
usted es hombre de buen apetito”, me dice sonriendo tan bondadosa señora. Como para pensar estoy tras semejante
bacanal. Pero lo voy a intentar.
Me hallo en una casa sin ruidos extraños
y como me gusta tanto el sonido de la naturaleza, abro la ventana de mi estancia
fin de recibir algo de una brisa fresca que no llega, preparo el ordenador,
miro hacia el horizonte en una noche estrellada y hermosa con luna llena
reflejada en el estanque de al lado de a casa. Y nada, que parece mentira, pero
de las brujitas, ni rastro. “¡Eh, Blanca, Carmen, Elena, Araceli, Marya,
Alicia, Silvia… venid en mi ayuda”, susurro en voz alta. Y me llega una pausa
de silencio. Me conformo con la situación y me digo a mi mismo: “Gabino, a escribir,
que para eso te pagan (no mucho)”. Los pajarillos se han quedado mudos. Hay una
risa interna, me siento, y cuando voy a darle al teclado, escucho el sonido de
un grillo. No me disgusta, pero a continuación escucho otro, y otro, y muchos
más. Así que tras el atracón de la cena me llega la indigestión de grillos
maliciosos que me descentran y me hacen soltar algunos tacos. Habría que
inventar la jaula en la que quepan todos ellos. De repente, y como no puedo
olvidar que estamos en período electoral, me da la impresión de que tales jaulas
sí que existen: el Congreso de los Diputados y el Senado. Así que todos en
busca de lo mejor… Pero ha llegado el tiempo de los insultos, de las falsas
promesas, de poner puentes donde no hay ríos, de hacer todo por los pueblos
pero sin contar con ellos (me suena) y de las carencias de ingenio, sensatez y
sabiduría.
Confieso mi ignorancia en tantos y tantos
temas, y lo planteo sin malicia, pero que me diga el señor Rajoy cómo
conseguirá bajar los impuestos y crear servicios públicos. Como no sea más que
a base de privatizar: enseñanza, sanidad (aún más), etc., con lo cual la igualdad
de oportunidades queda en entredicho…
Señor Sánchez: ¿Con quien tiene pensado
pactar después del 26 J? Del PP no digo nada, y Ciudadanos y Podemos son dos
partidos incompatibles ideológica y políticamente hablando. ¿Van a seguir
negociando igual que tras las anteriores elecciones? La verdad es que estamos
muy escarmentados por la experiencia anterior.
Señor Iglesias: No cuestiono su
inteligencia y preparación. El caso es que quiere ser presidente del Gobierno en
este país todavía llamado España, en el que el terrorismo es una lacra
enormemente pesada, y usted no ha condenado todavía a ETA de una manera
explícita. Hágalo, que millones de españoles se lo agradeceremos. Y por favor,
sea claro en temas como su apoyo al referéndum de Cataluña. ¿Sabe que Pedro
Sánchez no le apoya en ese sentido? Tampoco es usted esencialmente claro con el
tema Venezuela. ¿Será desobediente a las consignas de la Unión Europea? Por
cierto, ¿es usted comunista o socialdemócrata?
Señor Rivera: ¿De verdad quiere usted eliminar las
diputaciones provinciales? Por cierto, ¿estamos ante un partido privatizador?
Su proyecto político no ha quedado suficientemente explicado. Creo que usted,
además de ser un hombre joven, es inteligente y capacitado. Explíquese lisa y
llanamente. Sea de los que llaman al pan pan, y al vino vino.
No dudo que aunque se acusen todos entre
sí de actos corruptos (algunos más que otros), y sean ásperos ante las cámaras,
tengan como común denominador su afán honrado de servicio a España, sean de la
ideología que sean, que los políticos corruptos no interesan y nos llevan a un
fango sin fondo ni fin. Y me alegraría también que los líderes de los cuatro
partidos mencionados supiesen moverse en sus comparecencias con un sentido del
humor que también despierte sonrisas. Y déjense de insultos, que nos asquean y
aburren. También les hago un ruego: no conviertan al Congreso ni al Senado en
jaulas de grillos enloquecidos.
MANUEL ESPAÑOL
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