Ir al contenido principal

HORA BRUJA / ADIÓS A MI BOMBÓN DE CHOCOLATE



Es por la mañana, el reloj marca las 9 horas, y el despertador ha cambiado su tono habitual. En vez de sonar el aria de Madame Butterfly «Un bel dì, vedremo”, por María Callas,  aparece la voz de Jimena. No, nada, una genialidad suya en la que da suelta a su voz aterciopelada que sabe manipular con inteligencia dentro de sus posibilidades. De este modo un tanto rústico  e incisivo se pone en marcha el siguiente mensaje: “Ya te vale, Gabino, que hoy te dejo dormir un poco más. Después que te acotases, anoche me llamó María y dijo que las amigas estábamos citadas a desayunar a las 8 en la cafetería “Kafelnikov”, sí, esa que exhibe destacada en lugar bien visible una gran foto de Putín, ¿o se dice Putin, sin acento? Bueno, es igual. No te preocupes, mi amor. Llegaré tarde; quizás a la hora de comer, que no sé a donde ha dicho una del grupo que nos va a llevar. Anda, no seas celosete mi tontín, que no tienes motivo. Eso sí, deberás de comprar el  pan que dejo sea a tu gusto, también la verdura, la leche. De segundo no estaría nada mal que preparases merluza a la vasca, de…..”  “Sí, -corto bruscamente- y de postre un tiramisú de mi cosecha, para que me llames pastelero”. Así que ¡zas!, que como el discurso despertador va para largo, mando el tarro a paseo, no sin antes escuchar eso de “…Y no te olvides de desayunar”. Ni que fuera bobo (¿o sí?). No, si es que con razón, los amigos aún me llamarán el varón domado. ¡Mecachis en la pena negra…! Y uno que pensaba salir con su cámara fotográfica por la parte más rural de la Inmortal Ciudad de Zaragoza, sí, la que también llaman del viento, de ese soplo bestialmente gélido, que cualquier día de estos se lleva por delante las torres del Pilar. Estoy que no me soporto. Ustedes disculpen si suelto algún improperio.
Tras mucho pensar en la posibilidad de dormir media hora más, me da por brincar de una manera un poco brusca y repentina. ¡Ay, contradicciones de la vida! Entro en el baño, donde suelo dejar pre sintonizada Radio Clásica permanentemente. Me siento con carestía de ropa, miro al espejo y me da por soltar la gran carcajada, quizás porque me veo como un capullo con aspecto legañoso y los crecientes asomos de escasez de pelo. Vamos, casi como el entrenador madridista Zizou Zidane, con la diferencia de que él se afeita la cabeza y yo no. Sintonizo el receptor y cuando estaba convencido de que pronto me sentiría bañado por las notas sinfónicas y las voces más bellas, resulta que me encuentro con lo más folclórico de lo folclórico, y a continuación la locutora de turno anuncia Radio Copla (no me atrevo a decir el nombre auténtico), para dar paso a nuestra incomparable “Pena, penita pena”. Así que con la coplera de turno me quedo. Gracias, señora, por acompañarme con su voz en la ducha. Pero como me entere de quién ha movida el dial… “Ay suspiros de España”. .. No imaginaba que desde dentro de la mampara iba a hacer un dúo tan dispar y tan extraño “a lo terremoto”. Y  termino cantando sin más pautas que las mías, eso de “doce cascabeles lleva mi caballo por la carretera”. Apago el aparatito, friego el desayuno de Jimena, preparo el mío, le doy un repaso de limpieza a la cocina y…  a hacer la calle, que es algo que me va, especialmente si dejo desconectado el receptor de señales del mando a distancia.
Y a sonreír abiertamente, que la vida es bella, aunque quizás no para todos. Saludo a mi amigo Ngano, que está en la puerta de un supermercado, aterido de frío, pero sin perder jamás la sonrisa. El pobrete es más bueno que el pan, siempre ayudando a todo el mundo, cargando con la compra de ancianos y otros que no tanto, a quienes acompaña hasta su casa a cambio de propinas que no siempre llegan, porque no todo el mundo está capacitado.  Le digo no poder entretenerme demasiado, que hoy me toca ejercer de corredor de bolsa, sí, de esos que van con el carro de la compra de tienda en tienda, a ver quien ofrece más por menos, y esperar a ponerme en consonancia con el PIB. Ngano me da un fuerte apretón de manos a modo de despedida con un “hasta luego, crack”. Reímos los dos con rostros de sinceridad, y cuando he doblado la esquina me pongo a dar saltos rítmicos con aires alegres. Paso por varias panaderías que ahora llaman boutiques del pan, o algo parecido. Pero a mi me gustan más las de antes, despachos como el de la Paqui, que hace tiempo no la visito. La Paqui es una negraza imponente y divertida nacida en Cuba, no hace muchos años, que vende unos dulces exquisitos de su tierra, y unos panes siempre tiernos sin necesidad de aditamentos externos. “Gabino, mi corazón, cuánto tiempo sin verte. Eres un ingrato y la Paqui no te quiere nada”, me dice a modo de saludo. Un par de besitos en las mejillas y me pregunta eso de “¿qué te trae por aquí?”. “Dos barras normales que estén bien blanquitas” le respondo. La otra me mira con unos ojazos y un movimiento de cara, que uno aun no siendo tímido, tiene que bajar la vista. Al final me pregunta que si no me gustan las morenitas. Le digo que sí, que “a mi me gustas más que un pan con queso, pero no sé qué pensará de eso mi medio limón…” En ese momento entra una clienta que nos sorprende en pleno ataque de risa y que de inmediato nos acompaña aumentando el coro no precisamente lírico. Me despido: “Adiós, señora; adiós bombón de chocolate, que eres un cielo”. “Pero Gabino, no venías a comprarme algo?” “Es verdad,  ya no me acordaba. Dame dos barras normales, morenita de mis ojos. Ah, y ponme un pastel habanero”. Ha llegado el momento de abrir la puerta hacia fuera y ella prefiere lanzarme a modo de saludo una serie de besitos en el aire agitando las manos y diciéndome “adiós pastelero mío. Ya vendrás a verme más veces”. Y yo que no sé decir que no…

MANUEL ESPAÑOL


Comentarios

Entradas populares de este blog

HORA BRUJA / LUNA LLENA EN PRIMAVERA

La luna llena en primavera siempre resulta sorprendente, vista desde donde sea. Crecen las ilusiones, se ven montañas y ríos que atrapan hasta fuera de tus órbitas, mientras la mente se dispara dando vueltas y más vueltas. Ríes, lloras de emoción por lo desconocido que te parece un mundo extraño. Es el poder de la noche que ilumina, aunque no te des cuenta, por fuera y por dentro, y hasta por donde no se ve. Aprovecho esa situación desconocida y comienzo a subir por unos relieves extraños que agitan el ritmo de tus sentimientos. Poco a poco me introduzco en una zona de lagos con ninfas juguetonas y bosques salpicados por seres traviesos que te remojan,  e incluso corceles alados  que saludan desde lo alto de la atmósfera a este alocado terrícola y eterno despistado llamado Gabino.  Y mi cuerpo sonríe, asciende despacio, sin prisas, tan solo superado por la mente quieta y callada, mientras participo de una danza que invita a bailar con la imaginación. Es el momento de recordar a B

HORA BRUJA / EL CASO DE LA MUSA SIN ROPA SOBRE UN CABALLO ALADO

Es de noche, el cielo está limpio y estrellado. Ni una sola nube enturbia la atmósfera. La observación del cosmos parece que es nítida. Hoy no está conmigo Jimena, aunque me ha dicho que llegaría pronto a casa. Abro la ventana de mi habitación y me dejo iluminar por la luz selenita. Apago la lámpara de mi mesilla y proyecto hacia fuera la mejor de mis sonrisas. Al fondo, a lo lejos, a una distancia que no sé calcular pero que me parece inacabable, no se ven mas que astros que ponen en marcha ese motor extraño llamado imaginación y que tanto activa la mente que ha de conducirnos hacia un mundo extraño. ¿Qué puede haber más allá? Quiero saber y pienso en la existencia de seres que aparentan ser humanos, o animales, e incluso medio animales, que parecen salidos de una odisea multicolor con predominio azul y aparentemente caótica, pero que aviva las dimensiones más extrañas. No sé donde va a dirigirme la mente,  acompañada, eso sí,  de toda una  vista cargada de surrea

EL CANDIL / CAÍDAS VIRTUALES QUE HACEN DAÑO

Hoy es un día triste. Me ha dado por pensar y ello siempre supone un fuerte peligro, aunque no sé para quien. Afortunadamente no tengo acceso al botón nuclear, ni capacidad para inventarlo. Y eso les salva a ustedes, insensatos lectores Que sí, piensen que en la vida hay que tener por lo menos un gramo de locura al alcance de nuestra mente, para que afloren algunas sonrisas que siempre nos vienen y a veces diluyen las malas vibraciones cargadas de sombras oscuras y rocosas. Parece que el camino de rosas ha desaparecido, o está muy ensuciado, si es que alguna vez existió. La sociedad está crispada, también si tocamos los temas que rodean la política, que en época electoral entre unos candidatos y otros se lanzan los trastos a la cabeza, a veces con aviesas intenciones. Y es que si en esta tesitura nos encontramos, resulta más que probable que tropecemos con grandes pedruscos, que también son virtuales, pero que te lanzan rodando por el monte virtual cuesta abaj