Ir al contenido principal

HORA BRUJA LE QUERÍAN CHUPAR LA SANGRE



Son las siete horas, y con una sensación de impotente pereza empiezo a abrir los ojos. Miro el termómetro despertador estratégicamente situado sobre la mesilla, le hago un corte de mangas, doy media vuelta y me escondo feliz de nuevo bajo las sábanas al notar que Jimena no está a mi lado. Aún me quedan treinta minutos para soñar libremente, aunque sea despierto, sin la presencia de agentes interruptores, que luego digo cinco o mas burradas seguidas, sin el riesgo de que la otra, escandalizada, como ha ocurrido en ocasiones diversas, sea capaz de echarme agua por encima, lo que le provoca una inmediata estampida acompañada de carcajadas, para no sentirse represaliada. La muy... En este caso, he tenido la suerte de la brevedad del sueño, que me ha trasladado al castillo de Drácula en Transilvania. Así que cuando resulta que me hallo en un gran salón aterciopelado en rojo, se me presenta delante el señor conde con capa negra, colmillos asquerosamente salientes y con una sonrisa tenebrosa me dice que me acomode en su casa, que seré su huésped de honor. Acompañado de un candelabro con velas, se me acerca a la altura del bigote y me pongo a temblar, que ni que fuese a quemarme la barba o morderme en el cuello. Estoy pálido, y eso que todavía no me ha chupado la sangre. De repente deja las velas en el suelo y con una fortaleza descomunal me tumba boca arriba; se sienta sobre mi pecho y la cara se la encuentro muy babosa, con color a cera quemada, y sin saber pronunciar las  eses, me dice que me prepare, que se siente muy atraído por mi. No, si yo respeto a las personas como el, aunque sean muy brutas, pero que puesto ha, me gustan del genero femenino. "Draculina  donde estas -grito desesperadamente-, que tu colega me quiere martirizar". Del fondo de la habitación se escucha una voz agudamente sopranil que dice: "Gabino, no te preocupes, que el capullo ese cada día está más extraño y averiado. ¡Ay, rayos y centellas caídos del cielo! que por fin llega aquí un hombre de verdad. Y tu, extraño y falso señor de las tinieblas, aprendiz del capullo de Satanás, espanta, que aquí acaba de salir el sol". Al escuchar  la palabra sol, Drácula sale a escape con los pantalones casi caídos, aunque los calzones parece que están enteros. Cuando el modorro se va, tan solo quedan en escena el hombre y la mujer frente a frente. Gabino abre asombrado los ojos como platos cuando reconoce a Laura, una antigua amiga de Jimena que se transformó en vampira para no envejecer nunca. "Y Asi me va dice ella, que este hombre que acaba de huir parece que no tiene sangre". Ella, que lleva  un vestido rojo sangrante muy ajustado, con un escote que no se sabe para que sirve y unos labios pintados con un rojo de escándalo, contagia y enrojece también a Gabino. "Laura, Laurita  te voy a devorar ahora que me he convertido en un salvaje. Abren sensualmente sus bocas preparadas para un encuentro bestial y suena el despertador termómetro activado por una voz grabada de Jimena: "cariño, es hora de levantarse". Le hago con la mano un sonido un poco chabacano y el reloj se apaga.
 Gabinito Gabinín pretende recuperar la continuación del sueño: "¡Laura, Laurita.....!" Esta vez resulta ser Jimena la que le contesta: "Pero que Laurita ni que Laura, ¿Es que todavía te acuerdas de ella? Mira que han pasado muchos años desde que tonteabas con la pobre, que entonces tenia celos de mi, que no nos dejaba ni a sol ni a sombre, ¡la muy pesada! Cautivo y desarmado, rojo como un tomate,  y sin saber por donde salir, cabizbajo mira a Jimena: "No veas como se encuentra ahora, dice que se ha convertido en vampira y
 Además en hechicera de la seducción". Y ella que me responde: ¿No te habrá hechizado a ti, mi cabeza loca? Mira que entonces era una chica muy mona". A mi, ni en sueños". Una gran risotada sale de las dos gargantas.
Ella le ofrece "un cafe bien calentito, a ver si espabilas, que después  tenemos que ir a comprar ropa. Por cierto, que la tía Cuqui me ha dicho que debes de ir a verla, que te ha hecho unos calcetines de lana especiales. "Deja a la tita para mañana y el cafe para dentro de un rato". Ya un tanto nerviosa, Jimena le dice que antes del café debe ducharse, que está muy sudado por el esfuerzo nocturno. Gabino sonríe y ase con fuerza las manos su mujer: "Mi nenita guapa, hoy no se puede salir porque estamos en Zaragoza, hace un  viento huracanado y amenaza lluvia". “¿Y que, y que, y que? responde ella ante una razonable perdida de calma. Tu a la ducha. Y no me sujetes tanto, insisto en que ¡no me sujetes tantooooo!. Ay Gabino, ay Gabinito de mi corazón. Gabino.... No puedo mas, si es que en el fondo soy una débil y mimosa gatita, y este un loco surrealista que me vuelve como el a su imagen y semejanza. Lo del jarrito  de agua lo dejaré para otro día, que ahora no procede".


MANUEL ESPAÑOL

Comentarios

Entradas populares de este blog

HORA BRUJA / LUNA LLENA EN PRIMAVERA

La luna llena en primavera siempre resulta sorprendente, vista desde donde sea. Crecen las ilusiones, se ven montañas y ríos que atrapan hasta fuera de tus órbitas, mientras la mente se dispara dando vueltas y más vueltas. Ríes, lloras de emoción por lo desconocido que te parece un mundo extraño. Es el poder de la noche que ilumina, aunque no te des cuenta, por fuera y por dentro, y hasta por donde no se ve. Aprovecho esa situación desconocida y comienzo a subir por unos relieves extraños que agitan el ritmo de tus sentimientos. Poco a poco me introduzco en una zona de lagos con ninfas juguetonas y bosques salpicados por seres traviesos que te remojan,  e incluso corceles alados  que saludan desde lo alto de la atmósfera a este alocado terrícola y eterno despistado llamado Gabino.  Y mi cuerpo sonríe, asciende despacio, sin prisas, tan solo superado por la mente quieta y callada, mientras participo de una danza que invita a bailar con la imaginación. Es el momento de recordar a B

HORA BRUJA / EL CASO DE LA MUSA SIN ROPA SOBRE UN CABALLO ALADO

Es de noche, el cielo está limpio y estrellado. Ni una sola nube enturbia la atmósfera. La observación del cosmos parece que es nítida. Hoy no está conmigo Jimena, aunque me ha dicho que llegaría pronto a casa. Abro la ventana de mi habitación y me dejo iluminar por la luz selenita. Apago la lámpara de mi mesilla y proyecto hacia fuera la mejor de mis sonrisas. Al fondo, a lo lejos, a una distancia que no sé calcular pero que me parece inacabable, no se ven mas que astros que ponen en marcha ese motor extraño llamado imaginación y que tanto activa la mente que ha de conducirnos hacia un mundo extraño. ¿Qué puede haber más allá? Quiero saber y pienso en la existencia de seres que aparentan ser humanos, o animales, e incluso medio animales, que parecen salidos de una odisea multicolor con predominio azul y aparentemente caótica, pero que aviva las dimensiones más extrañas. No sé donde va a dirigirme la mente,  acompañada, eso sí,  de toda una  vista cargada de surrea

EL CANDIL / CAÍDAS VIRTUALES QUE HACEN DAÑO

Hoy es un día triste. Me ha dado por pensar y ello siempre supone un fuerte peligro, aunque no sé para quien. Afortunadamente no tengo acceso al botón nuclear, ni capacidad para inventarlo. Y eso les salva a ustedes, insensatos lectores Que sí, piensen que en la vida hay que tener por lo menos un gramo de locura al alcance de nuestra mente, para que afloren algunas sonrisas que siempre nos vienen y a veces diluyen las malas vibraciones cargadas de sombras oscuras y rocosas. Parece que el camino de rosas ha desaparecido, o está muy ensuciado, si es que alguna vez existió. La sociedad está crispada, también si tocamos los temas que rodean la política, que en época electoral entre unos candidatos y otros se lanzan los trastos a la cabeza, a veces con aviesas intenciones. Y es que si en esta tesitura nos encontramos, resulta más que probable que tropecemos con grandes pedruscos, que también son virtuales, pero que te lanzan rodando por el monte virtual cuesta abaj