All á a lo lejos escucho un sonido envolvente. ¿ Son miles de violines al un í sono dispuestos a hacerme so ñ ar?, ¿ Suenan tambi é n pianos hechiceros que permiten navegar por un oc é ano de pl á cidas sensaciones? Extiendo mis brazos, abro y cierro los ojos a la vez. Escucho igualmente la sensaci ó n excitante de los oboes, clarinetes, trompetas celestes... No entiendo nada, y parece que ni falta me hace, pero mi estado de animo se crece y pasa por sus fases mas altas. ¿ De donde viene esa m ú sica? No puede ser de otro lugar que del propio Olimpo de las Bellas Artes. Dirijo mis pensamientos hacia el frente, arriba, a la izquierda, a la derecha, a todos lados, giro varias veces 360 grados sobre mi mismo, y el esp í ritu se eleva hasta altitudes insospechadas. Me desaparece la sensaci ó n de gravedad y comienzo a moverme seg ú n mis impulsos por el é ter, y mi sentir mortal del tiempo parece que se se ha perdido. Mientras, el sentido de la vista se agudiza y...
Se puede soñar a través de un viaje abierto por los espacios infinitos de la libertad, la cultura y el diálogo