Ir al contenido principal

EL CANDIL / ¿JUVENTUD DIVINO TESORO?

Vuelvo a encender la llama de mi candil y hoy quiero que tenga sabor intimista. Me doy cuenta que el cielo está estrellado y cierro las ventanas de la estancia para quedarme a solas conmigo mismo. Es la hora de la poesía  que salen de tus adentros para volver a encerrarlos en ti mismo sin que pase mucho tiempo. ¿Te acuerdas de cuando eras un niño justo, justiciero y hasta dulce, que creo  nunca empalagoso? Si. Era la época en la que en mi propia candidez empezaba a ver a los animales como una parte amable de la propia existencia. Mucho tiempo ha transcurrido desde que un día, en el que al ver una carnicería equina en una calle de Toulouse, aproveché para espantar un carro parado en la puerta del mencionado establecimiento y que era puesto en marcha gracias a los esfuerzos a los que se veía sometido un tanto salvajemente el animal de tiro. Muy cerca de mi había una manguera de riego soltando agua, apreté en la boca de salida y el caballo escapó. Creía haberle salvado de un sacrificio carnicero. Claro, que esas cosas se hacen noblemente cuando se tienen unos diez años, que cuando la edad avanza igualmente se hacen “fechorías” inocentes cargadas de buenas intenciones. Ahora veo a niños protagonizar travesuras, mientras que la candidez, desgraciadamente, va en descenso. Tal día como hoy, he sobrepasado con creces la edad media avanzada, y aunque no creo ser malo, estoy lejos de aquel encanto que voy perdiendo. También para mis adentros recuerdo esos versos que evocan a “La juventud divino tesoro, que te vas ya para no volver, so cabrona”. Que me perdone Rubén Darío el estrambote.


MANUEL ESPAÑOL 

Comentarios

Entradas populares de este blog

HORA BRUJA / LUNA LLENA EN PRIMAVERA

La luna llena en primavera siempre resulta sorprendente, vista desde donde sea. Crecen las ilusiones, se ven montañas y ríos que atrapan hasta fuera de tus órbitas, mientras la mente se dispara dando vueltas y más vueltas. Ríes, lloras de emoción por lo desconocido que te parece un mundo extraño. Es el poder de la noche que ilumina, aunque no te des cuenta, por fuera y por dentro, y hasta por donde no se ve. Aprovecho esa situación desconocida y comienzo a subir por unos relieves extraños que agitan el ritmo de tus sentimientos. Poco a poco me introduzco en una zona de lagos con ninfas juguetonas y bosques salpicados por seres traviesos que te remojan,  e incluso corceles alados  que saludan desde lo alto de la atmósfera a este alocado terrícola y eterno despistado llamado Gabino.  Y mi cuerpo sonríe, asciende despacio, sin prisas, tan solo superado por la mente quieta y callada, mientras participo de una danza que invita a bailar con la imaginación. Es el...

MONTAÑISMO CARTA ABIERTA / EN EL CORAZÓN DEL EVEREST

Campo base del Everest Querido Javier Oliver Villuendas : Recuerdo, aunque no sé si lo he imaginado, que hace muchos años, no tantos como los de Maricastaña, me cantaban eso de “quisiera ser tan alto como la luna, ay,ay, ay…como la luna”.   Después, cuando todavía estaba en el capacete en los tiempos de balbucear “ajo”, mi padre estaba que se subía por las paredes del Fire; sí, sí, de verdad, yo estaba tomando el biberón. Papá era mi héroe, el único héroe que logró prender en mi por el resto y lo que queda de vida (deseo que sean muchísimos años) un amor inmenso por la montaña y el mundo de la naturaleza. Hoy mi corazón lo tengo en el Himalaya, concretamente, en ese Everest que enamora. Amigo Javi, estás en plena vivencia en el gigante de la tierra, allá donde el Yeti anda escondido y no se atreve a salir, donde en busca de esa cima y pendiente de superar el espolón Hillary, muchos son los aspirantes y escasos los elegidos. Espero que allí rubriques pronto en la c...

HORA BRUJA / MI SUEÑO EN UN CABALLO ALADO

En mi entorno suena la “Gran Polonesa” de Chopin, que me incita a levitar. Ha llegado el momento de los sueños, de dar vida a mi propio mundo, ese que gira y gira y vuelve loca y a veces divertida a la brújula que nunca llego a entender. Sorpresas que da la vida. Me siento en el sofá y apoyo mi cabeza en la parte superior del respaldo, estiro las piernas, me relajo y me excito a la vez en un continuo palpitar. Así comienzan a aflorar mis sonrisas felices que  me conducen a cerrar  los ojos y dejarme llevar en busca de la consecución de la magia que envuelve, de las notas que marcan mi presente. Me encuentro más vital que nunca, pero al mismo tiempo resulta imposible  cortar la afluencia de mis, aunque parezca mentira, “realidades” oníricas. Tengo la impresión de que  he perdido el sentido de la gravedad, sin duda he iniciado un viaje fantástico  a través de un firmamento lleno de puntitos brillantes, pero que ilumina y te mantiene en tensión. Quiero...