Ir al contenido principal

HORA BRUJA / CLAVELES Y FADOS EN EL BARIO ALTO DE LISBOA


No sé qué me pasa, siento emoción, estoy lleno de entusiasmo, pleno de nostalgia, de amoríos hacia un Portugal hermoso que te envuelve el corazón, que te invita a soñar despierto o dormido, ¿qué más da?. Es de noche y por la Rua de Noticias en la parte alta de Lisboa, paso por una casa de fados donde dicen se cena muy bien y canta la Pequeña Berta, una mujer de pequeñita de estatura, pero gigantesca interiormente y con una voz desgarradora que hace temblar las paredes. Me quedo en la puerta, escucho “Una casa portuguesa”, después “Coimbra” y también “Lisboa”. No puedo resistir más fuera y en un breve intervalo entro en el local. Berta, como anfitriona ideal que es, me acomoda junto a un matrimonio estadounidense y me susurra en un español perfecto, que los hombres y mujeres de mi tierra son siempre muy bien recibidos, “maravillosamente recibidos” le respondería yo. Me sugiere unas especialidades de bacalao que me dice en caso de no gustarme, invita ella, y que el vinho verde corre por cuenta de la casa. Le digo que le había oído cantar tres canciones observándola desde la puerta, y me contesta que soy un poco tonto, que quien le quiera escuchar en su restaurante siempre tendrá las puertas abiertas, sin necesidad de hacer gasto, y que al bacalao también me invita. Le digo que la comida la pago como todo un caballero español que soy, que el vinho verde se lo acepto correspondiendo a su gentileza. Llega otro momento de la actuación y comienza a hablar en castellano, luego sintetiza en inglés, francés y sigue con el portugués y con la potencia de su garganta acompañada de un sentimiento infinito empieza a entonar “La Portugués”, sigue y le hago coro con “Lisboa antigua” y sigue con “Petenera Portuguesa” de inequívoco aire hispano, y un servidor de todos y con alma latina, está que no contiene la agitación que le embarga hasta el punto de que casi no le dejo acabar completamente la canción y desde mi garganta salen unos “bravos” que se escuchan hasta en el puerto lisboeta. Un beso muy sonoro me da la “Pequeña Berta” ante el aplauso de la concurrencia. Y yo tan feliz, diciéndole que le compro sus discos, que así tendré el mejor recuerdo de ella: su voz, su corazón. Al final reúno una buena colección que guardo como un auténtico tesoro. Le digo que la canción portuguesa me encanta, le entono una de José Alfonso y la ingestión de un vinho tan delicioso me permite entonar en voz alta la canción “Grandona Vila Morena”, que en su momento inspiró como himno la Revolución de los Claveles. Es hora de abandonar el restaurante, me abrazo con mis compañeros de mesa americanos, llega Berta y me acompaña hasta la puerta y le doy las gracias por la acogida dispensada. Me señala que tenga cuidado, que no me entretenga y que vaya rápido. Me da un par de besos y me indica que un poco más a la derecha tome el ascensor que me dejará en la plaza, donde podré parar a un taxi. Ya en la calle me digo que me voy demasiado pronto, y hago un alto en la puerta de dos locales también acogedores, donde actúan muy buenos guitarristas y se cantan hermosos fados. De repente lanzan fuera un clavel rojo, me lo pongo en un ojal de mi chaqueta deportiva, y como sigo con un humor aderezado por cierta dosis de nostalgia, no puedo evitarlo más y vuelvo a cantar el himno de los claveles. Afortunadamente los portugueses son gente pacífica, encantadora y elegante, y en esos momentos no acabo de entender por qué hay una raya a la que llaman frontera y que yo creo no debería existir.


MANUEL ESPAÑOL

Comentarios

Entradas populares de este blog

HORA BRUJA / LUNA LLENA EN PRIMAVERA

La luna llena en primavera siempre resulta sorprendente, vista desde donde sea. Crecen las ilusiones, se ven montañas y ríos que atrapan hasta fuera de tus órbitas, mientras la mente se dispara dando vueltas y más vueltas. Ríes, lloras de emoción por lo desconocido que te parece un mundo extraño. Es el poder de la noche que ilumina, aunque no te des cuenta, por fuera y por dentro, y hasta por donde no se ve. Aprovecho esa situación desconocida y comienzo a subir por unos relieves extraños que agitan el ritmo de tus sentimientos. Poco a poco me introduzco en una zona de lagos con ninfas juguetonas y bosques salpicados por seres traviesos que te remojan,  e incluso corceles alados  que saludan desde lo alto de la atmósfera a este alocado terrícola y eterno despistado llamado Gabino.  Y mi cuerpo sonríe, asciende despacio, sin prisas, tan solo superado por la mente quieta y callada, mientras participo de una danza que invita a bailar con la imaginación. Es el momento de recordar a B

HORA BRUJA / EL CASO DE LA MUSA SIN ROPA SOBRE UN CABALLO ALADO

Es de noche, el cielo está limpio y estrellado. Ni una sola nube enturbia la atmósfera. La observación del cosmos parece que es nítida. Hoy no está conmigo Jimena, aunque me ha dicho que llegaría pronto a casa. Abro la ventana de mi habitación y me dejo iluminar por la luz selenita. Apago la lámpara de mi mesilla y proyecto hacia fuera la mejor de mis sonrisas. Al fondo, a lo lejos, a una distancia que no sé calcular pero que me parece inacabable, no se ven mas que astros que ponen en marcha ese motor extraño llamado imaginación y que tanto activa la mente que ha de conducirnos hacia un mundo extraño. ¿Qué puede haber más allá? Quiero saber y pienso en la existencia de seres que aparentan ser humanos, o animales, e incluso medio animales, que parecen salidos de una odisea multicolor con predominio azul y aparentemente caótica, pero que aviva las dimensiones más extrañas. No sé donde va a dirigirme la mente,  acompañada, eso sí,  de toda una  vista cargada de surrea

EL CANDIL / CAÍDAS VIRTUALES QUE HACEN DAÑO

Hoy es un día triste. Me ha dado por pensar y ello siempre supone un fuerte peligro, aunque no sé para quien. Afortunadamente no tengo acceso al botón nuclear, ni capacidad para inventarlo. Y eso les salva a ustedes, insensatos lectores Que sí, piensen que en la vida hay que tener por lo menos un gramo de locura al alcance de nuestra mente, para que afloren algunas sonrisas que siempre nos vienen y a veces diluyen las malas vibraciones cargadas de sombras oscuras y rocosas. Parece que el camino de rosas ha desaparecido, o está muy ensuciado, si es que alguna vez existió. La sociedad está crispada, también si tocamos los temas que rodean la política, que en época electoral entre unos candidatos y otros se lanzan los trastos a la cabeza, a veces con aviesas intenciones. Y es que si en esta tesitura nos encontramos, resulta más que probable que tropecemos con grandes pedruscos, que también son virtuales, pero que te lanzan rodando por el monte virtual cuesta abaj